miércoles, 8 de agosto de 2012

Orígenes

Hace ya tanto tiempo desde que no escribo nada que me veo casi obligado a hacerlo. Por un lado siento la necesidad de escribir todo lo que me ha pasado porque esta es mi vía de escape, por otro lado siento que debo hacerlo, pues tengo muchas cosas que explicar.
En primer lugar, estas largas vacaciones que me han alejado de todo lo que más me gusta y sobre todo de Cris. Pasar unos días en la montaña no es lo que se dice algo muy divertido, menos cuando se trata de todo un mes. Reconozco que me puse muy nervioso por estar tan lejos de Cris y cada vez que veía una posibilidad de volver con ella me latía tan fuerte el corazón que me sentía enfermo. Lo pasé muy mal allí solo y, cuando menos me lo esperaba, me llama Cris para decirme que quería irse allí conmigo. Puede que no lo haya dicho personalmente, porque soy un estúpido al que le cuesta hablar, pero estoy tan agradecido.
Que alguien decida pasarlo mal para que yo no lo tenga que pasar peor es algo muy significativo. Por mucho que me sienta agradecido no soy capaz de mostrarlo muchas veces por culpa de mis quejas, de mis comentarios ofensivos o fuera de lugar, de mi comportamiento infantil, etc. No soy lo que se dice el chico ideal, aunque siempre quise serlo, y siento que por mi culpa nos estamos enfriando. Nos distanciamos.

Quiero que todo sea como al principio, cuando no había tantas preocupaciones. Quiero que nos miremos de nuevo como la vez en que te pedí salir.

Cuando recuerdo los primeros días mi mente se llena de nostalgia y siento que me vuelvo a enamorar al recordar tu cara sonriente mirando la mía. Quiero que nos quedemos abrazados en mitad de la noche, como aquella noche. Quiero sentarme junto a ti para leer poesía, contigo apoyada sobre mi cuerpo, como en aquel partido de fútbol. Recuerdo como estábamos de unidos antes de que te lo llegara a pedir, como disfrutábamos de nuestra simple compañía, como era todo perfecto.

Hagamos que sea perfecto otra vez, conozcámonos de nuevo. Hablemos de lo que antes hablábamos, dando nuestra opinión. Salgamos hasta muy tarde una noche con algunos amigos que deseen irse de fiesta y creemos nuestra propia fiesta. Volvamos a quedarnos sentados en un banco, uno pegado al otro, pensando y soñando el futuro.

Te estoy tan agradecido por todo lo que me has dado... 

Si supiera utilizar las palabras de la manera más correcta te darías cuenta de que nunca he tratado de hacerte daño, pero a veces me expreso mal y parezco decir lo contrario. Tengo mucho que aprender antes de lograr mostrarte que te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario